Es la mediación que utilizamos como método de la resolución de los conflictos que surgen entre las personas pertenecientes a una comunidad de propietarios derivadas de diversas causas como derramas, cuotas, morosidad, permisos, humos, malos olores, obras, zonas comunes, problemas con mascotas, en definitiva, situaciones problemáticas derivadas de la convivencia vecinal.
Algunos de los problemas más frecuentes en las comunidades de vecinos son:
- Convivencia.
- Utilización de espacios comunes: portales, ascensores, garajes, patios, piscinas, jardines, etc.
- Uso privado del espacio comunitario.
- Modificación de elementos comunes.
- Falta del cuidado del propio espacio privado.
- Ruidos (causados por música, fiestas, televisión, animales domésticos, etc.)
- Olores (causados por la basura, falta de limpieza, animales domésticos, etc.)
- Obras (causadas por reformas, improcedencia de las obras, colocación de aires acondicionados, suciedad que puedan generar las obras, etc.)
- Falta de estatutos comunitarios y normas de convivencia.
- Blocking (acoso vecinal).
Es habitual que la otra parte no sea consciente de las molestias que está ocasionando, por lo que es habitual que el conflicto dure en el tiempo y se agrande por la falta de diálogo.
La mediación fomenta la participación y la interacción de las personas que integran la comunidad con el fin de alcanzar un punto de encuentro, sin dañar la relación siendo muy positivo en este ámbito, ya que en el caso de acudir a la vía judicial aunque se gane el pleito, seguiremos siendo vecinos y viéndonos cada día en el portal.